Con Perspectiva 23ene2013 / "Arquitectura y Diseño (II)"

El origen del concepto de Diseño Industrial, viene con la Revolución (Industrial) que tuvo lugar en Inglaterra a mediados del S.XVIII, cuando se introdujeron las primeras máquinas. La disciplina como tal nace a finales del S.XIX con el movimiento británico Arts and Crafts que en realidad cuestionaba y criticaba la fabricación industrializada y la pobreza de la producción de esos objetos cotidianos de la sociedad, caracterizados por la impersonalidad de las máquinas que los generaban. Creo sin embargo, que la disciplina del Diseño Industrial como la entendemos hoy –con perspectiva desde la arquitectura, claro- se consolida en la Bauhaus, que fue la escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y cerrada por las autoridades prusianas (en manos del partido nazi) en el año 1933. La Bauhaus produjo gran diversidad de objetos, como los famosos muebles tubulares cromados Marcel Breuer (la silla Vassily sea acaso la más famosa), además de lámparas, vajillas, y accesorios de diversos autores que se convirtieron en clásicos todos, atemporales del diseño, eternos.

Después de la segunda guerra mundial destacaron (muchos) otros países como superpotencias de esta disciplina, tales como Finlandia con Alvar Aalto (el gran arquitecto finlandés que diseñó para sus obras mobiliario en madera, lámparas, tejidos y objetos de cristal) y Tapio Wirkkala (monumental diseñador-escultor con muchísima obra en cristal y madera laminada principalmente), o Dinamarca, con Arne Jacobsen y Eero Saarinen, ambos arquitectos daneses también famosísimos que diseñaron las sillas “Swan” y “Tulip” respectivamente, entre muchísimas otras piezas y edificios memorables. Los más importantes arquitectos de la modernidad siempre se identifican con piezas de mobiliario que hoy vemos como clásicos. Disculpando las inevitables omisiones… Mies Van der Rohe, produjo el mobiliario “Barcelona” para el pabellón alemán de la Feria mundial de Barcelona celebrada en 1929, Le Corbusier produjo con la/su gran diseñadora Charlotte Perriand, los famosos Chaise-Longue o los Grand Confort LC Club Chair  en 1928. Jean Prouvé en la década de los 30 saca numerosos muebles y sistemas de búsqueda con acero y madera, Eileen Gray, diseñadora interiorista y arquitecta irlandesa diseña la famosísima primera “mesita de noche ajustable”, también en tubular cromado, Charles y Ray Eames en Estados Unidos hicieron lo propio, o Gio Ponti, otro favorito, italiano en este caso, produjo arquitectura, diseño industrial y de interiores reconocibles en la Villa Plancharte, mejor conocida como “El Cerrito”, en Caracas Venezuela, una obra maestra también

Nacida en Cuba y formada en Paris, Clara Porset es considerada gloria y pionera del diseño industrial en México. En sus ensayos “Arte en la industria” y “¿Qué es el diseño?” contagia la posibilidad del gusto “industrializado”: “Vuelve a hacerse posible el viejo hábito griego de convivir con formas bellas a la vez que útiles, y de tenerlas para todo. Esto, porque el arte ha entrado en la industria.” Si esto es en 1949, daría la impresión de que en el siglo XX se diseñó todo….

El diseño industrial se profesionalizó en México  convirtiéndose en licenciatura a finales de los años 60´s en la UNAM, y el campo de trabajo se localizó primero en el diseño de objetos útiles, accesorios, mobiliario –doméstico, de trabajo o urbano, museografía,  y en una disciplina que a través de la especialización se ha convertido –porqué no-  en un apoyo ya insustituible para la arquitectura: cocinas, ventanas, herrajes, lámparas, closets y/o carpinterías inclusive. Si los arquitectos somos diseñadores de formación, ciertamente,  el diseño industrial nos ha permitido ver horizontes mucho más lejanos para la mejor forma de vida que entendemos desde el espacio habitable.

JVdM